El clima en Neuquén

icon
25° Temp
50% Hum
La Mañana

El karma del Dino continuó en su casa

Maro no levanta ni en su estadio. En su regreso al oeste, Maronese no pudo retomar la sonrisa. Perdió con Sol de Mayo por la mínima y sigue sin sumar en el Federal B. El equipo llegó a las doce derrotas de forma consecutiva.

Mauricio Reina
[email protected]

Neuquén.- El primer partido del año en su estadio no trajo los resultados que esperaba. Maronese soñaba con retomar la senda de la victoria en el Ciudad del Neuquén, pero la realidad le dio con un mazazo nuevamente. Cayó 1 a 0 ante Sol de Mayo de Viedma y perdió su partido número 12 en igual cantidad de presentaciones en la zona 1 del Federal B.
Con un renovado césped, aunque aún con algunas imperfecciones, el elenco del oeste hizo de local en su cancha por primera vez en lo que va del 2015. Además, fue la presentación del cuerpo técnico comandado por Hugo Silva en condición de local. Por todo esto, gran parte del público del barrio Maronese anhelaba con ansias un resultado favorable para, de una vez por todas, respirar tranquilos por primera vez en la temporada.
Sin embargo, nada de esto sucedió. Cuando parecía que el equipo -en esta oportunidad vestido de un verde fosforescente- tenía grandes chances de llevarse al menos un punto, cerca del final apareció un cabezazo lapidario del equipo visitante que silenció al nutrido público que se hizo presente frente a los rionegrinos.
La desdicha parece haberse convertido en una constante para el joven plantel de Maro, que ya se acostumbró a perder y se nota en la cancha.
El dilema ahora para el cuerpo técnico pasa por encontrar el camino para reanimar a un equipo demolido desde lo anímico. Doce derrotas consecutivas lo ubican en la última posición de la tabla, a 10 unidades del último que hasta el momento mantiene la categoría.
La reunión en el círculo central luego de finalizado el encuentro mostró un panorama claro de la situación que se vive hacia el interior del plantel. Resignación total. Un equipo desahuciado, que recién luego de algunos gritos de aliento del capitán Matías Espinosa se atrevió a levantar los brazos para saludar a la gente. En el camino hacia el vestuario hubo caras largas, algunos reproches y mucha, pero mucha bronca, como no podía ser de otra manera.
La vuelta a casa no fue la esperada para la familia de Maro. El tiempo sigue sin darle consuelo, a un apesadumbrado plantel que pese al esfuerzo, la lucha y las buenas intenciones, no puede conseguir su ansiado premio consuelo.

Te puede interesar...

Lo más leído

Leé más

Noticias relacionadas

Dejá tu comentario