El clima en Neuquén

icon
12° Temp
76% Hum
La Mañana

La Autovía Norte, una solución para ahorrar tiempo

Una mirada al camino que une Plottier con el parque industrial de Neuquén.

Georgina Gonzales
[email protected]

Plottier
La Autovía Norte es un verdadero “oasis” en plena barda neuquina. Transitar por esta ruta, recientemente inaugurada, ayuda a ahorrar tiempo, sirve para manejar con tranquilidad y disfrutar de un particular paisaje durante los 25 minutos que te separan desde la salida de Plottier al parque industrial de Neuquén.
El viaje se inicia entre los álamos y pinos que encierran la empresa Capex: a mil metros ya comienza a verse un horizonte irrumpido por la columna de humo que desprenden las chimeneas de la compañía. Luego, la barda se deja ver de cerca, donde las piedras rojizas con muchos años encima son atravesadas por el pavimento.
El solitario viaje es irrumpido cada tanto por el paso de algún camión, que moviliza la quietud del conductor. También aparece un santuario de la Difunta Correa y, a su lado, una cucha que alguien hizo para dos perros que viven ahí, en la nada, y rodeados por una sola bolsa de alimento que intenta cuidarlos, o al menos alimentarlos.
A medida que la ruta sube, hacía abajo se impone el valle, verde en esta época del año. Largas cortinas de álamos que tiempo atrás rodeaban las chacras, hoy ya están convertidas en loteos. A lo lejos siempre aparecen dos o tres ciclistas, amantes de este plano asfalto que les facilita su andar y entrenar sin inconvenientes. El paseo permite también ver un gran espejo de agua, una forma de laguna que cambia de tamaño según la época del año. Dos o tres imágenes del Gauchito Gil a la vera de la ruta son pausas de varios creyentes. También de los aguiluchos, que las rodean desde lo alto.
El viento golpea fuerte, tan fuerte que hasta los carteles fueron víctimas y hoy muchos de ellos ya muestran las heridas de su accionar y están patas para arriba o percutidos por su fuerza.
La ruta, además, muestra el monótono accionar de varias cigüeñas del mundo del petróleo, común para muchos neuquinos, pero no tanto para quienes provienen de otras zonas del país.
Pasando la primera rotonda comienzan a verse varias casillas, viejas maderas acopiadas, y por la nariz ya ingresa un aroma a mugre. Olor que se mezcla, depende de la hora, con el de asado proveniente de una parrilla que se abrió paso con esta autovía.
Al llegar a la conexión inaugurada al cierre del año pasado, el camino se hace más vertiginoso y las curvas se repiten. Aparecen los carteles que indican la venta de tortas fritas o choripanes, y a veces hay hasta que detener el auto por el paso de algún vecino.
A este punto final del trayecto, la soledad queda a un lado y comienzan a imponerse las casas y empresas del parque industrial. En pocos segundos, la tranquilidad será arrebatada por la desesperación con la que se maneja en la capital, donde un puesto de trabajo los espera.

Cambios
Sin accidentes

Desde la habilitación de la autovía norte, a fines del año pasado, no hubo ningún accidente. Antes de eso, hubo que lamentar la pérdida de un ciclista, a quien hoy lo recuerda una estrella amarilla sobre el asfalto.
Carlos Schenk, titular de Vialidad provincial, destacó que desde la habilitación cada vez es más la gente que la utiliza y que no hubo conflictos. “Antes eran muchos los que la usaban igual y lamentablemente tuvimos accidentes cuando no estaba habilitada”, indicó el funcionario provincial.

Lo más leído