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La Mañana

“Los ‘90 fueron un momento absurdo”

Las insoladas, de Gustavo Taretto, sigue esta semana en cartelera. El director habla de su segundo filme, en el que, con humor, trata la cosmovisión de la década neoliberal.

Buenos Aires, diciembre de 1995. Seis amigas y compañeras de una clase de salsa –cada una con una personalidad muy particular y diferente– sueñan con un mismo plan: pasar dos semanas de vacaciones en el Caribe, en Cuba puntualmente. Pero su realidad económica no les permite salir de una terraza en pleno centro de la ciudad, donde cada semana se insolan en una típica ceremonia femenina.
El día de la película es la previa a una noche en la que se presentan en un concurso de salsa, cuyo premio es el dinero que las acercaría al viaje tan deseado. Pero es el sábado más caluroso del año y eso hace del sueño de ir a Cuba una obsesión.
_¿Por qué Cuba?
Cuba fue uno de los destinos que la convertibilidad transformó en lugar de vacaciones de los argentinos, con el all inclusive en Varadero y el agua turquesa… Y con todos los comentarios que llegaban en tono de espanto de cómo se vivía en la isla comunista: sin jabón, sin biromes. Además, la terraza en la que toman sol es como una isla.
Toda le película respira el medio ambiente de los ‘90.
_¿Qué te pasó con esa década?
Es una época muy contradictoria, en la que la sociedad cambió. Los adultos de los ‘90 fueron muy diferentes a los de los ‘70. Cambiaron muchos paradigmas y, sobre todo, se destruyó la identidad que teníamos. Un momento en el que se veía a argentinos salir al mundo desesperada y atropelladamente detrás de esa idea de primer mundo que se nos vendió. La mentira del 1 a 1 expuesta dramáticamente y todos jugando a esa mentira, sin pensar que uno también es parte responsable del destino de su país. Y los hermosos cafés de Buenos Aires llenándose de flores artificiales, la pizza con champagne, Liz Fassi Lavalle, la idea de belleza asociada al sol y la cirugía… Un momento absurdo. Todo eso, creo yo, influenció sobre todo en la clase media.
_¿Qué quedó de los ‘90?
Cierta idea del éxito inmediato creo que es uno de los daños más importantes: desde el que se pone un negocio y quiere que sea rentable a los seis meses hasta un joven recién recibido que quiere tener vida de ejecutivo. Creo que hay una generación criada y crecida en esa idea.
_¿Y en el cine argentino?
Hay de todo. No todos los directores y las películas necesitan un millón de espectadores, como Relatos Salvajes. Hay películas que son sanas y exitosas si las ven 30 mil personas. Pero el problemas es que a esas las ven 5 mil.
_¿Cómo fue la convivencia entre estas seis mujeres?
Todo el tiempo me están pidiendo que cuente que se odiaron y que no se hablaban, pero sucedió todo lo contrario. Es más, cuando vi a Maricel (Álvarez, actriz que trabajó con Woody Allen y Alejandro González Iñárritu) jugando en el Ipad con Luisana, me sentí un exitoso. De verdad fueron todas encantadoras.

 

Carla Peterson: “Filmar en bikini después de tener un hijo fue un desafío”

Carla Peterson, una de las co-protagonistas del filme, junto con Luisana Lopilato, Elisa Carricajo, Maricel Álvarez, Violeta Urtizberea y Marina Bellati, contó cómo fue la experiencia de rodar esta película. “Yo ya había hecho Medianeras con él y me había dicho que tenía una próxima película para mí. Cuando me llegó el guión no dudé en hacerlo. Porque realmente es un proyecto diferente, sumamente divertido y con muchos desafíos”, dijo la actriz, que en televisión forma parte de Guapas, y entre los retos mencionó el hecho de filmar en bikini.
“Había sido madre hacía poco. Fue un desafío realmente. No porque sea una obsesiva, pero quería estar lo mejor posible para estar cómoda y poder actuar libremente, sin pensar en la cola. O tratando de taparme. Porque justamente la gracia de estar entre amigas es que una está relajada”.
A la hora de hablar de la historia, Peterson dijo reconocerse en muchas de las situaciones que como actriz vive en la película. Además, corroboró lo dicho por el director respecto del buen clima que se vivió entre todo el elenco. “En realidad una vez la quise tirar a Luisana… No, mentira. Es cierto que nos llevamos muy bien. Y con Luisana en particular hablamos mucho de hijos y esas cosas. En particular ella y yo compartíamos el cuarto de bebés porque veníamos cansadas de la noche con los niños”, comentó.

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