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La Mañana

“No hacemos apología de la infidelidad”

El actor, uno de los mejores comediantes de su generación, vuelve a Neuquén ahora con la exitosa Sé infiel y no mires con quién, en el Casino Magic.

Sé infiel y no mires con quién, una comedia desopilante que rompió taquillas en la última temporada veraniega en Mar del Plata, se presentará hoy y mañana en Casino Magic (Planas 4005) para poner en las tablas un encuentro amoroso entre varias parejas, que desconocen -cada una de ellas- las intenciones de los otros. A partir de allí, todos los personajes se verán envueltos en una seguidilla de situaciones delirantes donde el público no parará de reír, disfrutar y divertirse hasta que se cierre el telón.
De gira por toda la Patagonia, la obra de Ray Cooney y John Chapman llega con un elenco “desigual” compuesto por Fabián Gianola, Carolina Papaleo, Matías Alé, Celina Rucci, Alejandro Muller, Belén Freancese, Betty Villar y Sabrina Ravelli. A horas de subir a escena, Scarpino, actor que ya ha visitado suelo neuquino con La dama de negro y los 39 escalones, hizo un pequeño adelanto de la comedia dirigida por el experimentado Carlos Olivieri (Pato a la naranja, Mansión imposible, Viaje de locura, La jaula de las locas), y aseguró que “el público la disfrutará”.
¿Cuál es tu personaje en una comedia que insinúa todo tipo de infidelidad?
Mi personaje es el diseñador que se ha instalado en la casa de la señora (Carolina Papaleo), para redecorarla. Pero hace semanas que no avanza porque se está haciendo pasar por gay y, en realidad, está teniendo un romance con la mucama. Por una carta, el personaje de Fabián piensa que su mujer lo engaña, y se arma toda una confusión. El único que sabe lo que pasa realmente es el público.
Más allá de que se trata de una comedia, ¿qué opinión tenés sobre la “traición” en la pareja?
Pienso que la infidelidad no es hacia la otra persona, es hacia uno mismo. Para mí, lo que duele como infidelidad es cuando hay acto sexual. Pero en la obra no hacemos apología de la infidelidad, en absoluto.
Hay un elenco variado, ya que muchos provienen del género revisteril.
Creo que es una propuesta con una paleta amplia de colores. En mi caso, con Fabián (Gianola) vengo haciendo dupla hace cinco años con Los 39 escalones, que nos ha llenado de premios durante tres temporadas. Después saltamos hacer La dama de negro, que el pasado año tuvimos la suerte de presentar en Neuquén. Esta obra tiene un tinte más popular y es una comedia que no deja de ser un típico vodevil con puertas que se cierran y se abren con una mecánica de ingeniería que tiene que ser precisa para que se efectivice el humor. Además, tenemos en el elenco una bastonera fabulosa como es Carolina (Papaleo).
Una vez más estás junto a Gianolla...
Somos muy parecidos en el trabajo, en el rigor. Siempre tuvimos la libertad de sentarnos y hablar de lo que podíamos estar de acuerdo o no. Siempre con mucho respeto. Nos sentimos muy cómodos el uno con el otro, y nos ha funcionado.
Molestan los rótulos que a veces se le ponen a un actor cuando se lo vincula solamente en un género.
Un actor tiene que saber hacer una comedia, una tragedia y en la versatilidad es donde se gana. Pienso que cada uno hace su propio recorrido y tiene su universo. En mi caso, mis primeros pasos en el teatro comercial fueron de la mano de mi queridísima China Zorrilla, cuando hice Perdidos Yonkers junto a Soledad Silveyra y Lia Lamesson. Ahí, fue cuando comencé a vislumbrar todo lo que hoy me toca vivir.
¿Cuánto mérito tiene un productor como Javier Faroni (productor referente en todo el país) en esta obra?
Lo respeto y quiero mucho. Cuando hicimos La dama de negro -que me permitió ganar un Estrella de Mar-, cuando recibí el premio destaque que una de las grandes alegría fue cruzarme con Javier (Faroni). Más allá de lo que le pude haber dado, él apostó por mí y me dio el lugar. Yo crecí con Faroni y trabajo desde 2005. Solo me fui para realizar un musical (Sweet Charity) con Florencia Peña y regresé con Money, Money y después junto a Facundo Arana hice Poder se puede. Es un hombre (Faroni) que le da confianza al actor y eso es sumamente importante. Según mi experiencia, los proyectos de Javier siempre han sido fabulosos.

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