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La Mañana

Pechen quiere, pero ¿puede?

Mariano Thieberger

La noche de la victoria en la interna del MPN, Jorge Sapag exclamó: “Demostramos que el proyecto que encabezamos con Ana está vigente”. Desde ese momento, las acciones de Ana Pechen subieron casi al mismo ritmo que el dólar blue. Y muchos volvieron a ver a la vicegobernadora como la habían visto hasta la derrota en las PASO del año pasado: como la mejor candidata para darle continuidad a un gobierno que ella integra desde sus orígenes, en 2007.

Entre sus íntimos, Pechen reconoce que, como a todos, a ella le gustaría ser gobernadora. En público, sostiene que antes de pensar en candidaturas se debe trabajar en la construcción de un proyecto político. Pero eso no es todo. También habría que prestarle algo de atención al artículo 208 de la constitución provincial. Dice: “El gobernador y el vicegobernador podrán ser reelectos por un nuevo período inmediato posterior, no pudiendo volver a ser elegidos para ninguno de esos cargos sino con el intervalo de un período legal”.
El obstáculo parece insalvable. Pero así y todo Pechen habría mandado a su abogado a consultar a distintos juristas sobre si tendría impedimentos legales para pelear por la gobernación. Y su abogado (nada más y nada menos que el hermano de otro hombre con ambiciones: el ganador de la interna, Omar Gutiérrez) le habría dicho que el camino podría allanarse porque ella solo fue dos veces vice. La palabra final la tendría el Tribunal Superior de Justicia.
En caso de que Sapag quisiera avanzar por ese lado, los movimientos no deberían demorarse demasiado. Y, además de las cuestiones legales, Pechen también tendría que enfrentar algunas resistencias internas. Las de aquellos que la ven como una mujer de la academia con dificultades para desembarcar en los barrios durante la campaña. Parecen demasiadas piedras en el camino.

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