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La Mañana

Una vez más la violencia y el miedo golpean a Cuenca XV

El barrio quedó a merced de las disputas entre barras de menores.

NEUQUÉN
Los vecinos de Cuenca XV viven con miedo. Según reconocen las propias autoridades policiales, las detonaciones de armas de fuego son “una constante” y poco o nada de lo que se ha hecho sirvió para evitar los enfrentamientos entre “banditas” del barrio, muchas de ellas integradas por menores que quedaron fuera del sistema escolar.
Tras meses de tiroteos reiterados, las peleas dejaron de ser un problema callejero y afectaron el dictado de clases en la Escuela primaria Nº 347, que ayer permaneció vacía. Además, por la última balacera del jueves a la tarde, se interrumpió el servicio de colectivos en el sector y recién se reanudó en la mañana de ayer. Desde la empresa Autobuses Santa Fe (Indalo) explicaron que tomaron la medida “por seguridad, a partir de la sugerencia de la propia Policía”.
En el plan de viviendas Cuenca XV viven apenas 200 familias. Pero, desde hace menos de una década, se asentaron en los alrededores 1.500 familias más, repartidas entre las tomas 2 de Mayo, 7 de Mayo y Pehumayén. Son casi 7 mil personas que sufren la violencia ocasionada, según indican los vecinos, “por unos 30 malandras”.
El coordinador operativo de la dirección de Seguridad Zona Oeste, Miguel Cuadrado, contó que, “en la mayoría de los hechos, los lesionados han denunciado con nombre y apellido a los agresores, que evidentemente son conocidos”, pero aún así los enfrentamientos persisten sin que se los pueda prevenir. Apuntó a que se trata de disputas entre “pandillas”, identificadas como “los hámsters” y “los champú”, entre otros.
Reconoció que tienen denuncias esporádicas de incidentes en el barrio “y lo que sí es una constante son las detonaciones”, aunque no siempre se trate de armas de fuego.
Argumentó que la Policía solo puede detener al agresor ocasional, pero no depende de ellos “que estas personas sigan arrestadas”. Remarcó que se trata de un problema social y que tienen el inconveniente de que los vecinos atacan a los móviles cuando acuden en ayuda de las víctimas.
Por el momento, la única medida que tomaron para evitar nuevas balaceras es la instalación de un patrullero de la Metropolitana en el acceso a la Escuela Nº 347, al final de la calle Casimiro Gómez. Permanecerá con cinco efectivos durante todo el fin de semana.
Sobre el menor de 14 años herido, Cuadrado informó que tiene una lesión en la zona abdominal y “está fuera de peligro”. Relató que “personal de Criminalística trabajó en el lugar y encontró en esa esquina cápsulas o vainas de 9 milímetros”, que podrían corresponder al ataque contra el joven.
Dijo que aún no determinaron si la víctima pertenecía a algunas de las pandillas que los vecinos señalan como responsables de los tiroteos. “Hay muchas versiones, algunas dicen que pertenecía a alguna de las bandas”, señaló. Hasta anoche, no había detenidos por este último ataque.

Las calles vacías luego de un día de furia

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Luego de los reiterados disparos cruzados entre dos grupos de jóvenes el pasado jueves, los vecinos del barrio Cuenca XV se despertaron con cierto temor. Hasta el mediodía, las calles lindantes a la Escuela N° 347, escenario de los enfrentamientos, permanecieron casi desiertas.
Algún que otro vecino se atrevió a dialogar con este diario mientras aguardaba el paso del transporte de pasajeros, en tanto que el resto prefirió no opinar sobre los acontecimiento recientes.
“Esto nos afecta porque las nenas no pueden jugar en el patio delantero. Ni siquiera te avisan para que se vayan adentro. Esto está pasando acá hace dos días y cuando llamás a la Policía, viene cuando ya terminó todo. Tuvimos que llamar tres veces porque no venían y los chicos estaban en horario de salir de la escuela”, dijo una vecina que prefirió reservar su identidad.
 

El herido de bala seguía internado

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En los enfrentamientos armados de Cuenca XV, cerca de la Escuela 347, un chico de 14 años recibió un balazo en el abdomen y ayer permanecía internado estable en el Castro Rendón. La Policía pudo entrevistarlo y esperaban que se recupere para conocer en detalle el episodio. De acuerdo con sus dichos, el menor estaba en la casa de un amigo cuando pasaron dos jóvenes armados en una moto. Primero dispararon con una tumbera y se retiraron; luego volvieron a pasar y utilizaron una pistola 9 mm, impactándole en su abdomen. Aunque los sospechosos no están detenidos, habrían sido identificados. Se trataba de establecer si el adolescente herido formaba parte de uno de los grupos enfrentados o si fue circunstancial el hecho de que ahí estuviera y resultara lesionado. En el lugar se secuestraron 9 vainas calibre 9 milímetros y se investiga un abuso de armas ocurrido cerca de las 18.30 del viernes.

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