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Irribarra: los goles y el corazón del “Torito” de Moreno

Uno de los más experimentados de la Liga: Miguel Irribarra, ancho de espada del Villero.

Mauricio Reina
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Delantero furtivo. Nueve de área con velocidad y potencia, tuvo su chance en el fútbol grande. Pero, como suele sucederle a muchos chicos, Miguel Irribarra se volvió. Su corta edad, la querencia por su pago, el  barrio y la familia hicieron que “Migue” -como le gritan en la cancha- despliegue su fútbol en la región, donde es uno de los máximos artilleros de Lifune.
Actualmente deposita sus goles en Villa Iris, aunque antes también hizo puerto en Petrolero, Independiente, Maronese y San Lorenzo, club en el que comenzó a jugar al fútbol.

¿Cómo fue tu paso por los clubes grandes?
Con 14 años me fui a probar a Newell’s y a River. Quedé en los dos, pero en Buenos Aires no me daban pensión, entonces elegí irme a Rosario. Estuve 6 meses, se me hizo muy difícil y decidí volver. Al año siguiente fui otra vez a River y quedé. Hice las inferiores hasta llegar a reserva y ahí me dejaron libre. Tuve que elegir entre seguir intentado o regresar. Con la tristeza de haber quedado libre, decidí volverme.
¿Te arrepentís?
No me arrepiento, porque acá formé mi familia, tengo mi barrio y mis amigos. Pero por ahí uno piensa “por qué no intenté, hubiera sido lindo”, pero como te digo, ya está y no me arrepiento.
¿Cómo es dedicarse al fútbol en Neuquén?
Es difícil. Cuando estuve trabajando se complicaba ir a entrenar y uno se las rebusca para estar a la altura de los demás. Yo ahora, con 28 años, estoy desocupado y del fútbol en la región no se vive. El club me está ayudando a conseguir algo, mi familia me sostiene y siempre me banca, sino yo no podría estar haciendo lo que me gusta que es jugar al fútbol.
Jugaste en muchos equipos acá. ¿Te sentís hincha de alguno?
Soy agradecido con todos. Con Petrolero e Independiente tuve la posibilidad de jugar un Argentino, encontré gente muy buena. También jugué en Maronese y en Sapere, pero yo siempre dije que mi casa es San Lorenzo, donde hice mis primeros pasos.
¿Siempre fuiste delantero?
Siempre jugué arriba y me gustó hacer goles. Siempre analicé los movimientos de los delanteros.
¿Cuáles son tus referentes?  
Cuando era chico me gustaba Batistuta.
¿Qué opinas de la Lifune?
La veo bien. Hay muchos chicos de buen pie y por ahí las canchas no ayudan, pero se valora el esfuerzo que ponen todos.  
¿Qué expectativas tenés en el Villero?
Es gente muy amable, que es lo importante. Me permiten hacer deporte y sentirme bien. Siempre confiaron en lo que podía dar y ahora por suerte puedo devolver algo de lo que me dieron en su momento.

El 9 pasa por uno de sus mejores momentos, lleva 6 tantos en los últimos 3 partidos y además de goles, aporta experiencia y corazón al equipo “verdinegro”.

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