Del corazón de Salta a Neuquén
Jamás hablé con mis hijos de frente, jamás les pregunté por sus temores, jamás les conté de los míos, jamás los vi como futuros adultos.
Siempre fueron mis niños y nunca les dije que cada cumpleaños que festejaban sentía un dolor en mi pecho, mezcla de alegría y tristeza, pues la vida de ellos empezaba y la mía pronto terminaría; que las decisiones importantes de su vida adulta serían su responsabilidad, y que ello implica que elegir en la vida no es fácil. Los padres no entendemos por qué arruinan su futuro guiados por el frenesí de la lujuria y el deseo sexual, pero es nuestro deber velar por el ser que engendraron. Tal vez este sea el mayor castigo por lo que hoy es para ustedes una joda. O, como dicen ahora, “un touch and go”. Pero siempre estarán conmigo, no lo duden.
Abel Nicanor Cuyupari
Salta
DNI 13.346.750
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