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La Mañana

Butigué dijo que "ningún médico va a dejar morir a Diez"

El ministro de Salud de la provincia criticó el dictamen de la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó.

Neuquén > El ministro de Salud, Rubén Butigué, consideró ayer que “ningún” médico va a asumir la responsabilidad de dejar de proveer de alimentación y agua a Marcelo Diez, el hombre que hace 19 años está en estado vegetativo permanente y por el que sus hermanas pidieron a la Justicia el retiro de las medidas que le dan soporte vital.
De esta manera, echó por tierra la posibilidad de que Diez sea trasladado a un hospital público para hacer efectiva su muerte, ya que en Luncec, donde permanece internado aseguraron que “de ninguna manera lo dejarían morir”.
El caso espera aún el dictamen de la Corte Suprema de la Nación, pero el miércoles la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, se expidió al respecto y consideró que la decisión se encuentra libre de las injerencias del Estado y de terceros.
“De ninguna manera una sociedad que se denomina inclusiva puede no respetar el primer valor que hay, que es el de la vida. Este caso no tiene que ver con desconexión, sino que es sacarle el alimento y agua”, aseveró Butigué, quien además consideró que se dicen y escriben muchas cosas pero que el que “escribe no es el que finalmente opera sobre la personas”.
Butigué habló con La Mañana de Neuquén desde su lugar de médico y remarcó que la Justicia puede realizar dictámenes, pero luego es otra persona la que lo tiene que llevar adelante. “Y nadie se va a hacer responsable de asumir esto”, consideró.
El médico explicó que lo hacía a título personal, que podemos tener muchas fantasías sobre la muerte, pensar que un ser querido puede estar mejor de ese modo. Sin embargo, aseguró que “tomarle la mano tibia a un ser querido es lo que te une él”.
 
Decisiones
Consideró que seguramente se va a debatir mucho tiempo más sobre este caso ya que se está “hablando de quitar la vida a un ser humano”. “Hace falta mucha evolución y participación social para llegar a un consenso que pueda sostener esta medida. Pero no va a ser por orden de un juez que un médico la lleve adelante”, afirmó.
El ministro de Salud de la provincia relató además que durante sus veinte años trabajando como médico tuvo pacientes que también por dictámenes del Comité de Ética sus familiares habían firmado que ante algún problema no se intervenga sobre esa persona y aseguró que “cuando llega el momento es la misma familia la que se echa para atrás”. “Incluso los mismos médicos se echan para atrás ante el hecho concreto que es bien diferente”, agregó.
Butigué dijo que hay muchos pacientes que nacen paralíticos cerebrales, por ejemplo, y que están en una condición similar y qué con sólo darles entender a sus padres que existe la posibilidad de muerte digna “te saltan a la yugular”.
 
Consenso
“Se está dando un paso con el último dictamen de la Justicia, yo creo que hacia atrás, pero todavía estamos lejos de un consenso social que avale esta situación”, reiteró el funcionario.
Ante el pedido de la Justicia de sacarle el soporte vital a Diez, el médico puede recurrir a la objeción de conciencia y negarse.
El ministro comentó que si bien falta para que la Corte Suprema de la Nación se expida al respecto, le parece que es importante que se debata. “Una cosa es decir algo, y otra muy distinta es hacerlo, es muy difícil”, señaló el médico, quien destacó que en el caso de Diez “no se hace como una lamparita que se apaga y se prende, sino que llevará varios días que una persona sin comer y sin tomar agua se muera”.
“No es de moralina decir que uno está en contra de la muerte, sino que es lo que uno ve como médico, hasta el último momento la persona se aferra a la vida”, aseguró.

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