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La Mañana

Mientras velan a bomberos fallecidos, las llamas no ceden

En el galpón de la empresa Iron Mountain, continúan las tareas para sofocar completamente el incendio.

Buenos Aires (NA).- Mientras persistían este mediodía los últimos focos del trágico incendio iniciado en la jornada anterior en un depósito del barrio porteño de Barracas, los siete bomberos y dos guardias civiles que murieron por el derrumbe de una pared en el lugar eran velados en distintos puntos de la Ciudad y el conurbano.

En el galpón perteneciente a la empresa estadounidense de conservación de archivos Iron Mountain, situada en Azara al 1200, una decena de dotaciones de bomberos continuaba tratando de sofocar completamente las llamas que persistían en el predio.

El fuego, iniciado alrededor de las 8:00 del miércoles, no se había extinguido completamente a pesar de la persistente lluvia que comenzó a registrarse desde anoche en la Ciudad.

En tanto, otros bomberos acompañaban a familiares en la despedida de los efectivos fallecidos en el combate del incendio.

Los seis bomberos de la Policía Federal caídos comenzaron a ser velados a la medianoche en el Salón Dorado del edificio central de la fuerza, en Belgrano y Virrey Cevallos, donde había asistido el secretario de Seguridad, Sergio Berni, entre otras autoridades.

Allí eran despedidos el comisario inspector Leonardo Day, la subinspectora Anahí Garnica; los cabos primero Eduardo Adrián Canessa y Damián Béliz, y los agentes Maximiliano Martínez y Juan Matías Monticelli.

Se tenía previsto que el velatorio se prolongue hasta las 16:00, cuando los restos sean trasladados al Cementerio de Chacarita.

En tanto, el bombero voluntario Sebastián Campo había comenzado a ser velado anoche en el cuartel de Vuelta de Rocha, del barrio de La Boca.

Por su parte, los agentes de Defensa Civil José Luis Méndez y Pedro Baricola fueron despedidos en distintos puntos del conurbano.

Baricola era velado hasta esta mañana en Paraná 7093, Villa Adelina -norte del conurbano- y se preveía que el sepelio iba al mediodía en el cementerio de Olivos, mientras que Méndez era despedido en el cuartel de bomberos de Wilde, en calle Brandsen al 4800, donde se desempeñaba en forma paralela.

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