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La Mañana

La droga que se vende en Neuquén viene de Río Negro

La Policía neuquina asegura que los narcos abastecen a los kiosquitos de la Confluencia.

NEUQUÉN
El titular de Toxicomanía de la Policía de Neuquén aseguró que la venta de drogas al menudeo es cada vez más frecuente y que los kiosquitos que funcionan en la ciudad, Plottier y Centenario son abastecidos por proveedores de Río Negro.
En declaraciones a LU5, el comisario Héctor Cortez reveló de las investigaciones que han desarrollado desde su departamento,  todas apuntan a que “los grandes proveedores no estarían en la ciudad de Neuquén”.
Un dato que se toma como referencia es que los cuatro grandes golpes que dio la Policía neuquina al narcotráfico tuvieron su génesis en kiosquitos detectados en Neuquén y Centenario. De inmediato la Justicia Federal autorizó a la brigada de Toxicomanía a investigar y así se dio con la banda de los Montecinos, la denomina alianza narco entre Montecino y Davila que manejaron desde la Unidad de Detención 5 de Roca, la banda de Coronado que la lideraba desde una cárcel de La Pampa, Diego Díaz y finalmente los Araneda de Allén.
Las cuatro organizaciones eran operadas en Río Negro donde hacían el acopio en zonas de chacras e introducían la droga a Neuquén por Centenario.
Por las investigaciones realizadas, Cortez indicó que “la actividad de los kiosquitos en Neuquén, Plottier y Centenario es manejada por grupos familiares”.
De acuerdo con las averiguaciones que han podido realizar en la región, los narcos que comercializan al menudeo han desarrollado una estrategia para evitar que les secuestren toda la mercancía en caso de allanamientos.
Es así que distribuyen la droga en distintas casas vinculadas a la misma familia y venden al menudeo casi abiertamente.
Un investigador, bajo reserva, explicó: “Al manejarse con pocas cantidades cuando les allanan hacen tiempo a tirar la droga al inodoro o a un vecino y lo que pierden no termina siendo tanto”.
“En algunos allanamientos han buscado contar la cantidad de efectivos que tenemos y en un abrir y cerrar de ojos te juntan gente en el barrio para enfrentarte”, detalló la fuente.
En cuanto al negocio, explicaron que puntualmente con la cocaína han comprobado que la tiza de 10 gramos es estirada con distintos barbitúricos y le sacan unas 20 dosis que comercializan a unos 200 pesos cada una.
“Se levantan entre 4.000 y 5.000 pesos. Es mucha plata. De ahí que cuando uno de los pibes que utilizan para distribuir se queda con un par de gramos devienen los ajustes de cuenta que para nosotros son delitos vinculados a la actividad narco”, reveló el informante.

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