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La Mañana

Diez negó su participación en la obra

El arquitecto, en contra de lo que declaró una gran mayoría de los testigos, dijo que los departamentos los construyeron sólo Guerrero y Silva.

Neuquén > El arquitecto Alberto Diez fue el último de los imputados en la causa por el derrumbe en el supermercado Cooperativa Obrera en declarar ante el juez. Lo hizo ayer durante cerca de cuatro horas, condicionado por las estrategias del propietario Néstor Guerrero y el capataz José Silva, que al pedir sentarse frente al juez prácticamente lo obligaron a tomar la misma decisión.
La defensa había presentado el pedido para prestar declaración el jueves pasado. Recién ayer lo hizo, y a diferencia de los otros dos imputados, sólo accedió a contestar algunas preguntas del juez Mauricio Zabala. Se negó ante algunos cuestionamientos del magistrado y directamente no accedió a responder preguntas de la fiscalía o de la querella.
Entre algunas aclaraciones sobre los dichos de otros testigos y de información que consta en el expediente, la estrategia que desplegó frente al juez tuvo un eje central: negar su participación en la construcción de los diez departamentos sobre el techo del supermercado. Consultado sobre la relación laboral que lo unía a Guerrero, dijo que era su empleado, y que incluso personal a su cargo en el estudio de arquitectura realizaba tareas a pedido del propietario del edificio, pero que no tuvo relación personal con la construcción.
Respecto de los cálculos que figuran en los planos, cargó contra el empleado municipal o supuesto ingeniero, Gustavo Altuna, a quien atribuyó esa tarea. Sin embargo, en ningún papel del expediente figura la firma de esta persona y sí la suya. Fuentes de la investigación describieron un extraño momento de la declaración, cuando Zabala le preguntó si conocía las implicancias de firmar a pie de página un plano o un documento y Diez se negó a contestar.
Su argumento se limitó a excluirse de todo lo relacionado con la obra de la planta superior. Según su versión, esa construcción la llevaron adelante Guerrero y Silva, mientras que Altuna tenía la responsabilidad sobre los planos o cálculos. Dijo, además, que durante mucho tiempo desconoció que este último no había terminado la carrera, aunque según las pruebas y los testimonios, cuando lo supo continuó la relación laboral.
Diez presentó el pedido para prestar declaración el jueves pasado, a última hora. Esa semana, tanto Guerrero como Silva se habían sentado frente al juez. En parte, esto lo condicionó a dar su versión sobre los hechos.

La Cámara
La Cámara de Apelaciones de la provincia debe resolver en las próximas horas dos situaciones. Por un lado, los nuevos pedidos de excarcelación que los detenidos presentaron en los últimos días, pero por el otro, tiene pendiente la resolución sobre los planteos que presentaron las defensas contra el procesamiento dictado por el juez Zabala. En este caso también ratificará o rectificará su posición respecto de la carátula de la causa, estrago doloso, un punto importante en el proceso en tanto que define el rango de años de prisión que corresponderían ante una eventual condena. El primer indicio lo dio en las primeras excarcelaciones, cuando no objetó la figura.

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