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Las reservas petroleras cayeron más de la mitad en la última década

Tanto las de gas como las de crudo se redujeron un 60 por ciento en Neuquén. La Provincia cree que se pueden incorporar grandes cantidades de hidrocarburos de yacimientos no convencionales.

Neuquén > Esta semana el debate por la alarmante caída de las reservas petroleras en el país fue instalado en la agenda por la presidenta Cristina Fernández en su primera aparición pública tras su operación de tiroides. Y Neuquén, como principal provincia productora, está en el centro de la tormenta. Sus números vienen en baja y ello repercute en todo el sistema energético del país y en las arcas de la Nación que debe recurrir año a año a importaciones costosas.
Las cifras que brinda la Secretaría de Energía son llamativas. En la última década las reservas de petróleo de la provincia cayeron de forma estrepitosa. Hoy queda un tercio de lo que hace 10 años. De los 129.091 miles de metros cúbicos (m3) de petróleo de 2000 se pasó a 47.881 en 2010. Alcanzan para 6,1 años de extracción al actual ritmo.
En gas la situación es similar. De los 366.114 MMm3 de reservas registrados en 2000, se cayó a 143.524 en 2010. Equivale a 6,9 años de producción.
Es decir, que en 10 años Neuquén tiene un 60% menos de reservas de gas y 62% menos de petróleo. De hecho, en la década de 2000 fue la más pobre en incorporación de reservas de los últimos 50 años para la provincia. Se añadieron unos 80 MMm3 petróleo equivalentes (PE), mientras que en los ’90, con el hallazgo de yacimientos como El Trapial y Sierra Chata se sumaron 176 MMm3 de PE. En los ’80, de la mano de yacimientos como Chihuido de la Sierra Negra y Lomita, se incorporaron 231 MMm3 de PE. La década del ‘70 fue la más fructífera gracias al descubrimiento del yacimiento de gas más grande del país, Loma La Lata, que elevó las reservas en 488 MM m3 de PE.
Otra década importante para Neuquén fue la del ’60, con 100 millones de m3 de PE incorporados como reservas gracias a Cerro Bandera y Catriel Oeste, entre otros. En los ´50, cuando crece la industria petrolera neuquina, se consiguieron 100 millones de m3 de PE.
Esta semana la Presidenta y las 10 provincias que integran la Organización Federal de Provincias Productoras de Hidrocarburos (Ofephi) pusieron en relieve la caída de la industria petrolera en el país y reclamaron más inversiones a las operadoras.
Varios factores explican la gran baja de las reservas, entre ellos hay cuestiones políticas, geológicas y económicas. Como se explicó, en la última década no hubo grandes incorporaciones de gas y petróleo. Se apostó sobre lo seguro y las inversiones se destinaron al desarrollo de los yacimientos conocidos que llevan más de 30 años de producción y por lo tanto están en una etapa de madurez y declinación. Hubo pocos esfuerzos exploratorios.
A esa realidad geológica se le sumó un incremento del consumo de la mano de la recuperación económica del país desde 2003. Y completan la fórmula las tarifas energéticas congeladas que desalentaron las inversiones.
 
Se caen los yacimientos de YPF
Un ejemplo de la decadencia de los yacimientos tradicionales neuquinos es el gigante Loma La Lata-Sierra Barrosa, operado por YPF, que en pocos años fue demolido. De 113.330 MMm3 de reservas de gas que tenía en 2004, se llegó a la friolera de 47.502 MMm3 en 2010, con lo cual se tiene un tercio de los que había hace seis años.
En petróleo un caso más resonante es el de Chihuido de la Sierra Negra, también en manos de YPF, que en 2004 tenía 25.950 Mm3 de reservas y en 2010 apenas llegó a 5.715, lo que equivale a una caída del 78%.
Mientras que el yacimiento de crudo más grande que tiene hoy Neuquén, El Trapial, operado por Chevron y cuya concesión se prorrogó semanas atrás por 10 años más, también sufre la declinación. De 22.596 Mm3 de petróleo en 2004, se pasó a 14.067 seis años después, con una merma del 37,7%.
 
La esperanza
Para cambiar este panorama, el gobierno neuquino apuesta todas sus fichas a los yacimientos no convencionales. Pero por ahora sólo el petróleo parece tener despegue, ya que las tarifas de gas están muy por debajo de lo que las empresas consideran convenientes para arriesgar grandes inversiones. El crudo, por el contrario, ronda los 73 dólares el barril en el mercado interno, y con costos que no llegan a los 20 dólares, según estimaciones del presidente de Repsol, Antonio Brufau, el negocio es rentable.
Esta semana el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, reclamó a YPF que certifique las reservas de shale oil y shale gas en Loma La Lata que la compañía anunció con estridencia. Si bien se denominaron hallazgos, esos recursos que tiene la formación son conocidos desde la década del ´80 cuando la estatal YPF perforó algunos pozos pero no pudo desarrollarlos por la falta de tecnología y los altos costos. Es así que casi no hay porcentaje de error en las perforaciones exploratorias que realiza la filial argentina de Repsol.
Hoy la Nación presiona para que se apuren los planes de desarrollo de los pozos descubridores y se incorporen reservas.
YPF anunció que tiene casi un millón de barriles equivalentes de petróleo en Loma La Lata Norte y perfora otra área de 502 km2 que tendría valores superiores. El mayor interrogante es cuánto de ese crudo se puede extraer. El director de Exploración y Producción de la compañía, Tomás García Blanco, reconoció al Financial Times que sólo el 4% se puede recuperar. En Estados Unidos en ese tipo de yacimientos se extrae entre el 8 y el 15% del petróleo existente.
El gobierno neuquino realizó sus propios cálculos. Tomando un factor de recupero “conservador”, en el orden del 5 al 10%, cree que se podrían incorporar reservas por más de 1.400 MMm3 de petróleo equivalente gracias a los yacimientos no convencionales. Es decir el triple de reservas que hoy tiene la provincia. Unos 896 MM3 corresponderían a shale y tight gas y 500 millones a shale oil. Mientras que estima que 27 MMm3 de petróleo equivalente ya se pueden considerar como reservas.
La Provincia cree que en gas se duplicaría el hallazgo de Loma La Lata en la década del ’70 y que en petróleo se triplicarían los descubrimientos de yacimientos como El Trapial y Sierra Chata en los noventa.

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