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La Mañana

Luto en el teatro neuquino

La actriz y cofundadora de El Arrimadero murió ayer a los 50 años. Hoy habrá un homenaje en la sala.

Neuquén > Alicia Monsalvez, la actriz neuquina que junto a Raúl Ludueña se animó a apostar por el teatro independiente fundando, hace tres años, la sala El Arrimadero, murió ayer a los 50 años, producto de un paro cardíaco.
Monsalvez, quien desde el fallecimiento de su “compañero de aventura teatral” -el año pasado-, había quedado al frente de la sala, acarreaba serios problemas de salud desde enero, momento en que debió transitar una larga internación.
Es por esto que los espectáculos que estaban anunciados para este fin de semana serán reprogramados, y en su lugar hoy se realizará una despedida simbólica a la actriz.
 
Mano derecha
“Fue socia fundadora junto con Raúl de El Arrimadero, era su mano derecha. Entre los dos construyeron este teatro. Pero ante todo eran amigos, los mejores amigos”, comenta el dramaturgo Gustavo Lioy -hoy a cargo de la sala-  y agrega: “Lo de Raúl fue muy fuerte para ella,  porque él era como su hermano, y su compañero en esta aventura del teatro”.
El director bonaerense, que a su llegada a esta ciudad encontró en la sala de Misiones 234 un lugar propio, en el que fue recibido con  afecto desde el principio, comentó que: “Es duro para todos. Pero por otro lado estamos bien, porque sabemos que está junto a su gran amigo, charlando de teatro que es algo que les encantaba hacer”.
Según cuenta Lioy, quien tuvo la oportunidad y “el honor” de dirigir a Monsalvez el año pasado en “El Arrimadero Cabaret” -una de sus últimas actuaciones, además de “La blusa italiana”-, “a pesar de que era una actriz dramática y actuaba desde las vísceras, descubrimos que tenía mucho humor. Era como una nena cuando se subía al escenario porque se divertía muchísimo. Pero por sobre todas las cosas era una gran compañera”.
Y de ese relato se desprende lo que todos quienes trabajaron a su lado le reconocen a la dupla de teatristas: el haber decidido montar un teatro y haber dado trabajo a un montón de artistas.
 
Seguir
Sentadas ya las bases, lo que sigue será ser coherente con el legado que Ludueña y Monsalvez dejaron. “El teatro sigue manejado por nosotros. El espacio va a seguir.  Eso nos enseñaron ellos dos, que hay que resistir. Porque en una ciudad como Neuquén que no tiene su teatro propio, las salas independientes son fundamentales”, comentó Lioy.

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