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La Mañana

El barrio Villa María y sus familias precursoras

Comenzó a perfilarse en la década del 40, cuando parecía una isla. Al tiempo fue urbanizada. Los Barriga y Arias, dos historias del esfuerzo de los vecinos y el amor por la tierra.

Por VICKY CHÁVEZ

El nombre del barrio es un homenaje a la esposa de José Fava, doña María Marroco. En sus comienzos, el barrio estaba destinado a la agricultura.
 
Neuquén > El barrio es una división subjetiva de una ciudad. No tiene alcance jurisdiccional ni tampoco territorial preciso. Pero es en el mundo de la vida cotidiana en el que allí se hacen amigos y relaciones perdurables. Suelen tener su identidad propia y sus habitantes cuentan con un fuerte sentido de pertenencia.
También podría afirmarse que el barrio capitalino es un espacio de tradiciones que logró escapar al avance de la modernidad. Por eso, los vecinos se muestran orgullosos de pertenecer a su barrio.
En la capital neuquina, el barrio Villa María comenzó a perfilarse en la década del ’40 con el loteo de la chacra del inmigrante italiano José Fava. El nombre de este barrio de la ciudad es un homenaje a la esposa de aquel hombre, doña María Marroco.
En aquellos tiempos, el barrio parecía una isla. Estaba rodeado de médanos y circundada por arroyos. Se accedía a sus terrenos a través de un puente de hierro ubicado en la calle Bahía Blanca. Internamente, se transitaba por huellas porque aún no había calles. Hoy, está ubicado en el área céntrica de la ciudad, al sur de la Ruta Nacional 22 y delimitado por el cauce de los arroyos Villa María y Durán y por las calles Río Negro y Leguizamón.
Tiempo atrás, el área abarcada por el barrio estaba destinada a la agricultura. Sin embargo, tiempo después fue urbanizada y se produjeron fraccionamientos en las parcelas, loteos y amanzanamientos.
 
Sociedad
La historia del barrio Villa María está ligada al esfuerzo de los vecinos, aquellos que comenzaron haciendo sus casas de adobe.
Cuando el río Limay crecía, debían ser evacuados. En 1958 se produjo la famosa gran inundación, por lo que las autoridades intentaron desplazarlos hacia el barrio Sapere. Se negaron.
En este contexto se determinó la creación de la Unión Vecinal de Fomento. La sede se creó en el terreno donado por Amaranto Suárez, un acreditado vecino que participaba de la vida comunal neuquina en aquellas épocas. Fue el primer presidente de la entonces flamante Unión Vecinal. Lo acompañaron René Lizama, Ernesto Miranda y Baltazar Cides, entre otros.
En aquella época fue construida la Salita de Salud y el Club Villa María, que aún perdura. Actualmente, se mantiene la Escuela primaria Nº 82; la biblioteca Unión Vecinal; el centro de Niños paralíticos cerebrales; la sede de Comisión Vecinal, el registro civil y el Tenis Club. Hoy, es un barrio residencial.
 
Historias
Margarita del Carmen Melo de Barriga fue una activa vecina del barrio. Nació en la localidad neuquina de San Ignacio y falleció  el 3 de marzo de 1968.
En Junín de los Andes, conoció a don Juan Manuel Barriga. El hombre se desempeñaba como chofer de los Buamscha, una antigua familia de esa localidad. En Covunco, don Juan trabajó con el ingeniero Felipe Lucioni.
Margarita y Juan Manuel se casaron en Zapala y tuvieron doce hijos, siete varones y cinco mujeres. Se trasladaron a Neuquén capital y compraron un terreno en Villa María, entre las calles San Luis y Ricardo Güiraldes. Sus hijos realizaron los estudios primarios en la Escuela Nº 121, cuando estaba ubicada en la calle Perito Moreno.
Partidarios del Movimiento Popular Neuquino, ambos realizaban la tarea de afiliar en su casa, con la ayuda de uno de sus hijos, Víctor, quien es jubilado del Servicio Penitenciario Federal.
Otra de las familias precursoras del barrio Villa María fueron los Arias. Llegaron en la década del ’40, provenientes de Bariloche. Se instalaron en la calle Güiraldes, esquina San Luis. Don René Arias era un jornalero chileno que se casó con doña Florentina Peralta y tuvieron cinco hijos. Los Arias fueron una de las familias que se negaron a ser evacuadas en las inundaciones de antaño, debido a su apego al barrio.
Uno de sus hijos, José, trabajó durante cuarenta años con la firma Delvas, reconocida casa de comercio neuquina y luego se jubiló. Está casado con Dora Rosas, modista y también pionera del barrio. Tuvieron un hijo.
Como a José siempre le gustó el fútbol, decidió, junto con un grupo de vecinos, crear un Club para el barrio. Con este objetivo, en la década del ’60 se reunieron en la casa del señor Orellana (Montevideo y Río Negro) y en la casa de Jasán, (Pampa al 1000). En estas reuniores surgió la primera comisión del Villa María Fútbol Club. Hoy en día disfrutan del club con instalaciones propias.
Barriga y Arias, dos familias precursoras del barrio Villa María. Ambas fueron hacedoras de sus instituciones, que se sienten representadas por sus hombres y mujeres, por el afecto y el amor que fueron heredando de sus padres, a quienes no les importó la cercanía al río Limay y sus continuas inundaciones. Se quedaron para sobrellevar el chubasco y las riadas, y continuar en su tierra por sentirse plenamente identificados con ella.

La comisión pro capilla María Auxiliadora

Neuquén > Según consta en el acta firmada en septiembre de 1962, a las 20 horas se conformó la comisión pro Capilla “María Inmaculada Auxiliadora”. Estaba integrada por Isabel L. de Moltini como presidente, José Eliseo Zárate como vicepresidente, Dora Rosas como secretaria, Dora G. de Sabattoli como tesorera y Miguel Lagos, José Alfieri, José Arias, Julia León, Margarita M. de Barriga como vocales.
En aquel acto, también estuvieron presentes María de Clause, la señora de Muñoz, Rosa de Navarrete, Flora P. de Arias, Norma Avilés, Rosa B. de Aguilera, Rubén Barriga y Norma Jara entre otros.
Una semana después de conformada la comisión, se reunieron en el domicilio de Héctor Sabattoli para tratar el tema de los lotes donados y comprados a Fava para la construcción de la Capilla. También se constituyó la Cooperadora de la Capilla María Inmaculada Auxiliadora.

El vals de Villa María

Quiero volver a recordar mi niñez,
Con mi familia soportando aquel ayer
Cuando el río incontrolable al crecer,
Tiraba casa e ilusiones a granel.
Traer  la leña, alguna trucha pa comer,
Las tortas fritas, pan casero ¡Qué placer!
Junto a la vieja, que conservo, o que se fue
Esos recuerdos nunca los olvidaré
Villa María, barrio mío, de hoy, de ayer,
En estas calles fui creciendo y me formé,
Vi al Club del Barrio compitiendo en gran nivel
Junto a los “Grandes” a los que supo vencer
Venía la hinchada apoyando con fervor
Y la llamaban:”Dale Villa Corazón”.
 
Estos son los amigos que admiré:
a los Arias “Coco” Riera, Los Barriga
y si “Maña” vos también,
Y al Chato Agüero, que aunque no pudo brillar
Hoy pone el alma cuando le toca jugar.
Hay tantas cosas que te quisiera contar
De este barrio tan coqueto y singular
Sólo te dejo este verso popular
Que está sellado con respeto y amistad,
Para esa gente que luchó por progresar,
hoy es bien Neuquina, como todos los demás.
 
La letra y música del vals pertenece a Juan H. Giménez, un habitante de Villa María. Es un ejemplo del férreo apego que tuvieron y tienen los habitantes para con su barrio.

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